الخميس، سبتمبر ١١، ٢٠٠٨

El testimonio de los asnos1


El testimonio de los asnos

Había un hombre en La Meca que solía reunir en su casa a hombre y mujeres y les ofrecía vino. Se quejaron de él ante el gobernador de La Meca quien lo desterró a Arafat y allí se construyó una casa. Volvió a incitar a sus amigos y los invitó diciendo:

¿Qué os impide volver a vuestra antigua costumbre?

Y sus amigos dijeron:
¿Y cómo llegaremos a ti estando tan lejos?

Y el hombre repuso:
El alquiler de un burro es de un solo Dirham , y más seguro que La Meca es Arafat . Salid hacia él para [pasar un rato de] placer.
Así lo hicieron los amigos y tanto fueron que incluso aumentó la depravación entre los jóvenes de La Meca. Volvieron a quejarse al gobernador de La Meca le informó de la acusación y el hombre dijo:
¡Mienten, Oh príncipe!

Los demandantes replicaron:

Para probar lo que decimos manda reunir los asnos de La Meca y envíalos con tus intendentes a Arafat. Que allí se suelten los burros y si de entre todas las casas no se dirigen a la suya es que estamos mintiendo.

Y el gobernador dejo:
En esto hay una prueba y un testimonio justo.

El gobernador mandó reunir los burros de alquiler los envió con sus inspectores. Los asnos de dirigieron a la casa del hombre sin guía. Cuando los inspectores informaron de aquello al gobernador dijo:

Es una prueba tajante. ¡Desnudadlo!

Cuando el hombre vio al encargado del látigo le dijo:
Qué Dios te asista. ¿Es necesario que me azoten?

Y respondo:
Si.
Entonces dijo:
Por Dios, lo que más me duele, es las gente de Irak se alegrarán de nuestro mal. Se burlaran de nosotros y dirán: ¡los mequíes admiten el testimonio de los burros!
el gobernador rió y lo soltó
.
Del libro: al-‘Iqd al-Faríd de Ibn ‘Abd Rabí (adaptado)
اَلْكِتَاب: اَلْعِقْد الْفَرِيد لِلإِبْن عَبْدِ رَبِّه(بِتَصَرُّف)

هِلاَلُ رَمَضَان 2


هِلاَلُ رَمَضَان
تَبَصَّرَ اَلنَّاسُ هِلاَل شَهْرِ رَمَضَان, فَلَمْ يَرَهُ أَحَد غَيْر أَ نَسْ بْنُ مَالِك اَلأَنْصَارِي, وَ قَدْ قَارَبَ اَلْمِائَة سَنَة مِنَ اَلْعُمْرِ. فَشَهَد بِذَلِكَ عِنْدَ اَلْقَاضِي إِيَّاس بْنَ مُعَاوِيَة. فَقَالَ إِيَّاس:"أَشِرْ لَنَا إِلَى مَوْضِعِهِ"
فَجَعَلَ يُشِيرُ وَلاَ يَرَوْنَهُ.فَتَأَمَّلَ إِيَّاس, وَإِذَا شَعْرَة بَيْضَاء مِنْ حَاجِب أَ نَسْ قَدْ إِنْثَنَتْ و َصَارَتْ عَلَى عَيْنَيْهِ. فَمَسَحَهَا إِيَّاس وَسَوَّاهَا , ثُمَّ قَالَ لَهُ:
"أَرِنَا مَوْضِعَ الْهِلاَل"
فَنَظَرَ فَقَال:

"مَا أَرَى شَيْئاً"

مٍنْ كِتَاب" سَرْح الْعُيُون فِي شَرْحِ رِسَالَة ابْن زَيْدُون" لإِبَنِ نُبَاتَة